El Colegio Nacional reunió a un grupo de expertos para dialogar sobre el origen de la COVID-19 y la relación del humano con la naturaleza, a través del ciclo “Semana del Medio Ambiente en tiempos de Pandemia”.
Los especialistas analizaron los riesgos que corren la humanidad y la vida en el planeta si continúan las tendencias actuales de deterioro ambiental. La doctora Julia Carabias Lillo, moderadora de la charla, habló sobre la mala relación entre el hombre y la naturaleza, así como la necesidad de construir un futuro diferente.
En su intervención, el doctor Rodolfo Dirzo, investigador de la Universidad de Stanford, expuso las consecuencias del impacto humano en la naturaleza, ya que de acuerdo con un estudio del Global Forest Watch, la deforestación y la defaunación (extinción de especies animales) propician las condiciones para detonar una crisis de biodiversidad.
Las interacciones humanas como la cacería y el tráfico ilegal, las enfermedades por generadas por el hacinamiento en la crianza de ganado y el cambio climático aceleran la interacción con diferentes patógenos, dañinos para los humanos.
Dirzo reconoció que la intromisión humana en esta era provocó la disminución de especies más grande de la historia, debido al crecimiento de fauna doméstica y animales para consumo, por esta razón, aumentó la población de especies nocivas; mismas que podrían ser la causa de la transmisión de enfermedades.
Por su parte, el doctor Rodrigo Medellín Legorreta precisó que los virus son una parte esencial para tener el control sobre las bacterias, y los coronavirus son una familia de más de 300 virus, de los cuales sólo 7 pueden afectar la salud humana.
Explicó que el SARS-CoV-2 es un virus humano, que ningún animal transmite y aún si el coronavirus SL-CoV de los murciélagos entrará en nuestro cuerpo, no podría entrar a nuestras células porque la proteína (Spike Protein) no es compatible con la membrana celular humana.
Remarcó que a la fecha, 6.3 millones de personas se han infectado por otro ser humano, en este sentido, la fauna silvestre no es responsable de todos los contagios de esta pandemia, puntualizó el experto en ecología.
Frente a este panorama, el investigador pidió no atacar a los murciélagos puesto que existe una fuerte conectividad del humano con este animal, al ser un polinizador y controlador de plagas por excelencia.
Respecto a la deforestación, sentenció que los bosques y selvas se traducen como la salvaguarda para las siguientes pandemias, por el bien de los humanos y la vida silvestre llamó a mantener a salvo aquellas zonas forestales que permanecen intactas.
En su participación, el doctor Jorge Soberón, investigador de la Universidad de Kansas, reflexionó sobre el futuro de la biodiversidad y la relación tan fragmentada con el hombre, bajo una perspectiva ética, cuestionó la arrogancia del ser humano sobre el daño hacia las demás especies.
Soberón resaltó la visión de Daniel Janzen, un ecólogo que propone no intervenir en los espacios prístinos en los que el humano no ha intervenido, y sumar la participación del conocimiento científico y ancestral.
Agregó que será necesario transformar nuestra sociedad sin destruir la naturaleza, porque no existe forma de mantener sociedades humanas sanas y sustentables, sin los servicios ambientales que proporciona la biodiversidad.
Finalmente, los expertos apuntaron que para afrontar este problema se requiere la intervención de todas las disciplinas y sectores, además de la participación ciudadana en el ejercicio de su derecho a un ambiente sano y las acciones individuales para mitigar la crisis climática. Asimismo, exigir el apoyo de las dependencias que están destinadas para la preservación de los recursos naturales.
Fuente: Notimex