Revisar los términos de la globalización en pro de la justicia social

El gran desafío que debe enfrentar la redefinición de los derroteros del progreso es combinar el crecimiento sostenido con capacidades efectivas para dar lugar a un desarrollo socialmente sostenible, por la capacidad de la economía reconstruida para redistribuir excedentes con un criterio de justicia social, aseguró Rolando Cordera Campos, coordinador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM.

Es necesario, afirmó, revisar los términos de la globalización para saber qué se puede y debe hacer para encauzar las energías mundiales en beneficio del bienestar de la justicia social y de la seguridad de la protección.

Las condiciones de mercado que desde los pioneros del desarrollo se habían visualizado como existentes en los países “atrasados”, ahora se dan en buena medida gracias a la apertura de un mercado mundial que está unificado, precisó el también profesor emérito.

En la última sesión “Los derroteros del desarrollo” del “14 Diálogo Nacional por un México Social. Desarrollo y Sociedad tras la Pandemia”, organizado por el PUED, el investigador de esta entidad universitaria, José Casar Pérez, expresó que el objetivo central debe ser el crecimiento sostenible y la igualdad. Por ello se debe actuar simultáneamente en tres frentes: la política macroeconómica para garantizar estabilidad, en la cual se introduzca una política fiscal que permita la utilización plena de los recursos disponibles.

“Otro sería tener una nueva política industrial que decida dónde quiere conducir la economía, debe ser más amplia y buscar oportunidades de inversión rentables para la sociedad. Mientras que el tercer pilar para avanzar al desarrollo sostenible es establecer un sistema de salud universal, rediseñar el sistema de propulsión social y ampliar la oferta de bienes públicos sobre todo en líneas ambientales”, destacó.

Para Enrique Provencio Durazo, investigador del PUED, a finales del siglo pasado una de las crisis fue la pérdida de la confianza en el progreso, el crecimiento económico y en la ciencia. Con el tiempo han surgido nuevos temas en la agenda, pero los clásicos adquieren nueva vigencia a la luz de los problemas emergentes y las nuevas visiones.

“Un elemento crucial en los derroteros del desarrollo es tratar de entender cuál es el futuro del capitalismo, porque no hay garantía de que lo que siga sea mejor. Para evitar lo peor se requieren decisiones de alcance global, como la reestructuración masiva de las deudas externas o la introducción de herramientas de regulación, ya que para transitar hacia un nuevo capitalismo se deben construir escenarios con medidas indispensables de orden mundial”, subrayó.

Juan Carlos Moreno-Brid, académico de la Facultad de Economía de la UNAM, sostuvo que si el país no está bien desarrollado en términos de lo que la gente piensa, como carecer de una vida digna, es necesario desglosar problemas inmensos para empezar a hacer lo que se quiere.

“El reto para seguir adelante es político y no técnico, construir un acuerdo político nacional por un nuevo desarrollo robusto, influyente y sustentable, que se exprese en un pacto fiscal de largo alcance”, enfatizó.

En tanto, Norma Samaniego Breach, investigadora del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo auspiciado por la UNAM, aseveró: vivimos en un cambio de era en el cual se trastoca el mundo del trabajo del siglo XX y el conjunto de instituciones sociales creadas en torno a él. Un nuevo marco institucional debe ser parte medular del contrato social que define al país, su realización requiere forjar un gran consenso político y social que lo haga posible, y su vigencia dependerá de la efectividad para alcanzar los objetivos que muestren los más altos valores de la sociedad.

“Hoy nuestro reto es no sólo mitigar lo perdido, sino reflexionar sobre el rumbo del desarrollo pospandemia, ya que una nueva normalidad requiere de transformaciones de fondo. Esta coyuntura debería atenderse como una oportunidad para repensar el camino de nuestro desarrollo y emprender transformaciones estructurales, es una de las tareas de los estados”, puntualizó.

Fuente: UNAM