Diez refinerías de petróleo en los Estados Unidos emiten niveles de benceno muy por encima del límite establecido por el gobierno federal, lo cual puede causar trastornos sanguíneos y leucemia, según un nuevo informe del Proyecto de Integridad Ambiental, un grupo de vigilancia ambiental.
Las refinerías de petróleo con altos niveles de benceno no infringen técnicamente la ley, pero estas instalaciones son requeridas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), para monitorear el contaminante y tomar medidas si los niveles exceden el límite de 9 microgramos por metro cúbico de aire promedio durante un año.
El benceno es un químico incoloro o amarillo claro que se evapora de la gasolina y el aceite; la exposición a este compuesto puede causar vómitos, dolores de cabeza, anemia y un mayor riesgo de cáncer, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
El nuevo informe del Proyecto de Integridad Ambiental analizó un año de datos de monitoreo del aire de 114 refinerías en los Estados Unidos.
Philadelphia Energy Solutions tuvo las mayores concentraciones de benceno en la nación, con casi cinco veces el límite de la EPA. La planta de Philadelphia, alguna vez la refinería más grande de la costa este, cerró en 2019 después de una explosión y un incendio, pero los exempleados presionan para reabrir las instalaciones, respaldados por la Casa Blanca.
La planta Navajo Artesia de HollyFrontier Corp, en Nuevo México, ocupó el segundo lugar en la lista, emitiendo más de tres veces el estándar federal. Sin embargo, según el informe, la planta emitió niveles de benceno de hasta mil microgramos por metro cúbico en junio y julio de 2018. La instalación está a aproximadamente 300 metros de una escuela primaria, dijo el Proyecto de Integridad Ambiental.
Seis de las 10 refinerías con niveles de benceno superiores a los estándares de la EPA estaban en Texas; otros dos se ubicaron a lo largo del Golfo de México, en Mississippi y Louisiana.
“Estos resultados destacan las refinerías que necesitan hacer un mejor trabajo al instalar controles de contaminación e implementar prácticas más seguras en el lugar de trabajo, para reducir la filtración de este contaminante cancerígeno en las comunidades locales”, dijo Eric Schaeffer, director ejecutivo del Proyecto de Integridad Ambiental.
“La EPA impuso en 2015 regulaciones para monitorear mejor el benceno y proteger a las personas que viven cerca de las refinerías, a menudo en vecindarios de clase trabajadora. Ahora necesita hacer cumplir sus reglas”, concluyó.
Fuente: Notimex