Todas las personas, incluidos los inmigrantes como yo, tenemos una necesidad elemental de vivir bajo al menos una apariencia de estabilidad. Pero la respuesta a esta necesidad se encuentra en suspenso mientras el Senado analiza la Ley de Reconstrucción de una Realidad Mejor (Build Back Better Act). Cuando la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobó el proyecto por casi USD 2 billones hace dos semanas, incluyó protecciones temporarias para los inmigrantes indocumentados que han vivido en EE. UU. al menos una década. El proyecto también destinó USD 100.000 millones a implementar algunas mejoras en materia de política inmigratoria.
¿Pero qué falta a todas luces en el proyecto? Una vía para la ciudadanía.
Al no incluir una vía para la ciudadanía y decidir que las pocas protecciones para los migrantes contempladas en el anteproyecto caduquen luego de 10 años, la Cámara de Representantes consolida el patrón instalado desde hace tiempo en Estados Unidos, por el cual se trata a los inmigrantes como personas prescindibles y se les niega una base estable a partir de la cual forjar su porvenir. Esto es muy inquietante, sobre todo si se consideran las contribuciones trascendentales que realizaron los inmigrantes a Estados Unidos durante la pandemia, así como el aporte que se prevé que harán a la recuperación del país a largo plazo.
Llegué a Estados Unidos cuando era una niña y encontré protección a través de la Prórroga de Procedimientos Migratorios para Personas Llegadas en la Infancia (Deferred Action for Childhood Arrivals, DACA), un programa que otorgó autorización temporaria para trabajar y garantías frente a la deportación a jóvenes migrantes. También sé que las políticas populistas y los procesos judiciales podrían despojarme de esa protección y poner en jaque mi futuro. Para muchos beneficiarios de la DACA, esto ha impactado también en su salud. Someter a millones a esta incertidumbre y relegarnos al estatus de subclase permanente es injusto y nos coloca en una situación de precariedad que inhibe a muchos de nosotros de gozar plenamente de nuestros derechos y libertades —a expresarnos, a participar en organizaciones o a la educación— y supone una amenaza constante a nuestro derecho a la unidad familiar.
En la versión del proyecto que adopte, el Senado debería reintroducir una vía para la ciudadanía. Defensores y juristas han instado al Congreso a incluir un camino para la ciudadanía desestimando la recomendación de la parlamentaria del Senado. La parlamentaria del Senado, que trabajó anteriormente para el Servicio de Inmigración y Naturalización de EE. UU., sostuvo que incluir una vía para la ciudadanía no contribuiría a impulsar la economía de EE. UU., pese a las pruebas que indican lo contrario. Casi 100 congresistas firmaron recientemente una carta instando a los líderes del Senado a que desestimen la recomendación de la parlamentaria y restablezcan un camino para la ciudadanía en la próxima versión del proyecto.
Es tiempo de que el Congreso otorgue una vía para la ciudadanía a los inmigrantes que están arraigados, la cual debe incluir no solo a los beneficiarios de la DACA como yo, sino también a trabajadores esenciales, personas con Estatus de Protección Temporal (Temporary Protected Status, TPS) y otras personas que tienen fuertes lazos con Estados Unidos. Tras años de incertidumbre, la necesidad humana básica de estabilidad requiere de acción legislativa y una base sobre la cual los inmigrantes puedan forjar su futuro con previsibilidad.
Fuente: HRW