“¡Que callen las armas!” Nuevo llamamiento del Papa Francisco

Una vez más el Papa Francisco pidió, a la hora del rezo del Ángelus dominical, que los poderosos detengan las armas y pongan fin a la guerra, actualmente en curso en territorio ucraniano, tras los ataques de Rusia que iniciaron el pasado 24 de febrero.

“En estos días hemos sido conmocionados por algo trágico: la guerra. Una y otra vez hemos rezado para que no se tome este camino. Y no dejamos de hablar; al contrario, rogamos a Dios con más intensidad”, dijo Francisco.

Asimismo, el Papa recordó su invitación a que el 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, todos nos unamos en un día de oración y ayuno por la paz en Ucrania: “Un día para estar cerca del sufrimiento del pueblo ucraniano, para sentir que todos somos hermanos y para implorar a Dios el fin de la guerra”, añadió.

Por otra parte, el Santo Padre hizo hincapié en que, quien hace la guerra se olvida de la humanidad:

“No parte del pueblo, no mira la vida concreta de las personas, sino que antepone a todo, los intereses partidistas y el poder. Se confía a la lógica diabólica y perversa de las armas, que es la más alejada de la voluntad de Dios. Y se aleja de la gente de a pie, que quiere la paz; y que en todos los conflictos -la gente de a pie- son las verdaderas víctimas, que pagan en su propia piel las locuras de la guerra”.

Dios está con los que hacen la paz

Por ello, Francisco dedicó un pensamiento especial a los ancianos que buscan refugio en este momento y a las madres que huyen con sus hijos:

“Son hermanos y hermanas para los que es urgente abrir corredores humanitarios y que deben ser acogidos”, aseveró.

Finalmente, con el corazón roto por lo que está ocurriendo en Ucrania y sin olvidar las guerras en otras partes del mundo, como Yemen, Siria, Etiopía, el Papa pidió nuevamente por la paz:

“¡Que callen las armas! Dios está con los que hacen la paz, no con los que usan la violencia. Porque quienes aman la paz, como dice la Constitución italiana, repudian la guerra como instrumento de agresión contra la libertad de otros pueblos y como medio de solución de las controversias internacionales”, concluyó.

Fuente: Vaticano