El uso de pastillas o laxantes para bajar de peso de venta libre podría incrementar el riesgo de que mujeres desarrollen un trastorno de la conducta alimentaria en un futuro, alertó un estudio publicado en el American Journal of Public Health.
Dicho análisis, realizado por la Escuela de Salud Pública Harvard TH Chan y el Hospital Infantil de Boston, encontró que 1.8 por ciento de las mujeres que usaron pastillas tuvieron mayores probabilidades de recibir un diagnóstico de trastorno alimentario en los siguientes tres años.
Mientras que 4.2 por ciento de aquellas que usaron laxantes recibieron un primer diagnóstico durante ese mismo periodo. “El uso de píldoras de dieta o laxantes puede ser peligroso y puede ser una señal de advertencia que justifica la evaluación de un trastorno”, alertó el esudio.
Para llegar a esa conclusión se utilizaron datos longitudinales de 10 mil 58 mujeres en Estados Unidos desde 2001 hasta 2016 y se ajustaron rasgos, como edad y estado de sobrepeso. A partir de ello se estimó la asociación entre los comportamientos de control de peso y el posterior diagnóstico de trastornos.
En el estudio los investigadores exhortaron a los encargados de formular políticas públicas a desarrollar y evaluar iniciativas para reducir o prohibir el acceso a estos productos, debido a que “pueden servir como una puerta de entrada a prácticas alimentarias más desordenadas, al desregular la función digestiva y fomentar la dependencia a métodos poco saludables”.
Fuente: Notimex
Sobrepeso también tiene origen en causas emocionales experta
Si bien el sobrepeso aparece por el consumo de alimentos con alto contenido calórico y el descenso de la actividad física, también tiene origen en los problemas emocionales, señaló la especialista Ángeles Wolder.
“No comemos porque tengamos que comer, alimentarnos o nutrirnos, sino que estamos comiendo porque tenemos que llenar un vacío de frustración, de exceso de responsabilidad, de rabia, tristeza o angustia; utilizamos la comida como una tapadera de las emociones”, explicó la fisioterapeuta en entrevista con Notimex.
El hecho de comer impulsivamente, explicó la especialista en decodificación biológica, también puede responder a malas experiencias en el pasado como alguna situación de violencia, desvalorización, hambre o carencia.
“Por ejemplo, cuando la gente come todo el plato siempre es por miedo a que les vaya a faltar, por ello, siempre es recomendable que cuando se tenga un plato de comida se le informe al cerebro que no está obligado a comer todo”, refirió.
Indicó que en primera instancia una persona come para apaciguar alguna emoción sin darse cuenta de las consecuencias que eso puede traer en un futuro, en este caso, el sobrepeso.
También, explicó Ángeles Wolder la importancia de dormir bien, pues cuando las personas no descansan el cuerpo pide comida por el exceso de cortisol.
Fuente: Notimex