Parto natural, una opción ante la emergencia sanitaria

En los últimos días, la Secretaría de Salud ha informado que han aumentado los casos de mujeres embarazadas contagiadas por COVID-19, por lo que algunas optan por evitar infecciones en los centros hospitalarios y tener un parto sin cesárea.

En entrevista con Notimex, parteras tradicionales, profesionales, pediatras, médicos generales y ginecólogos, coinciden en que se debe priorizar que las mujeres den a luz mediante partos naturales para disminuir riesgos de infecciones.

Jorge Eduardo Cervantes Naranjo, médico ginecobstetra que egresó hace 10 años de la universidad y hace cinco comenzó a darle seguimiento al trabajo que realiza el Centro de Bienestar dentro del Centro para los Adolescentes de San Miguel de Allende, CASA, A.C, comentó la labor de una partera es muy importante.

“Hace cinco meses me di a la tarea de venir a observar y desde hace tres meses estoy laborando. Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que en los 10 mil partos atendidos de 1980 a la fecha, sólo han realizado tres episiotomías, es decir, un corte al nivel de la vagina”, explicó.

En hospitales, añadió, el porcentaje de las veces que se realiza ese procedimiento es alto, pues entre un 70 y 80 por ciento de las pacientes pasan por una episiotomía.

“Es una gran oportunidad aprender todas las técnicas y maniobras que utilizan en la medicina tradicional y que llevan a cabo aquí. Durante la carrera de medicina no te enseñan estas cosas”, dijo el experto, quien aclaró que esa fue una de las razones por las que se incorporó al equipo de CASA.

Por su parte, la doctora Juana Martha Lugo Licea, explica que ella acompaña a las parteras en dicho centro. “Les digo que yo aprendí, literalmente, a atender partos cuando llegué aquí porque vengo de una formación hospitalaria donde se maneja un volumen grande de pacientes, que se atienden bajo formatos que a veces no son los adecuados, cada paciente debe individualizarse”, planteó.

Mientras que Manuela Mendoza Herrera, con 30 años de experiencia en la partería tradicional, comentó que una de sus mayores satisfacciones es que en los más de mil partos que ha atendido, sólo en tres se tuvo que recurrir a cesárea.

“He evitado precisamente que les hagan una cesárea innecesaria, a veces les dicen que trae el bebé el cordón (umbilical) en el cuello y que tiene que ser cesárea, cuando sabemos que eso no es verdad”, puntualizó.

Buenas experiencias

Existen miles de mujeres que cada día optan por regresar a lo tradicional y una de ellas es Maribel Pérez Ramírez, quien dio a luz en la posada manejada por casa. Esta paciente solo su primer parto fue por cesárea y los siguientes dos fueron con ayuda de una partera tradicional.

“Aquí atienden muy bien. He tenido aquí a dos niñas y nos han tratado muy bien, por eso regresé después de la primera vez con la señora Manuela, ella fue la que me atendió”, señaló a Notimex mientras se escucha el llanto de su hija recién nacida apenas una hora antes de la entrevista con Notimex.

La habitación donde dio a luz Maribel cuenta con una cama normal y una cuerda por si ella quiere tener un parto vertical, esto es, sosteniéndose ya sea sobre la cama o parada, para así facilitar el proceso de expulsión; todas las habitaciones de la posada cuentan con este recurso usado por la medicina tradicional.

La paciente recuerda que le llevó un mes recuperarse de la cesárea, mientras con el parto natural la recuperación es casi inmediata. “La cesárea lastima más y uno tiene que tener más cuidado y estar como un mes en reposo para que no se abra la herida. Además, este procedimiento es más caro que el parto normal”.

Maribel, no ha sido la única de su familia que ha optado por el parto natural, de hecho, su hermana, Olga, fue la primera en vivir un parto tradicional en la posada del nacimiento, en donde ha dado a luz a sus cinco hijos.

“En mi primer parto me gustó mucho como me trataron por eso después he regresado a los otros cuatro. Atienden muy bien, dejan que un familiar esté a la hora del parto y pues no se sienta uno rara. Nunca he ido al hospital”, mencionó Olga, quien detalló que en los últimos años ha observado como ha aumentado el número de mujeres que deciden tener un parto natural.

“Hace 21 años el parto le costó 575 pesos, el de hace 19 años 750, el tercer parto fue gratis porque tuve buena suerte y me lo regalaron, el cuarto tuvo un precio de tres mil 500 pesos y el último, hace cuatro años, costó entre cinco mil y seis mil pesos”, recordó.

Detalló que en un hospital particular un parto normal está entre los 12 mil y 15 mil pesos, mientras que una cesárea entre los 28 y los 60 mil pesos. “Toda mi familia, mis cuñadas, mi hermana y mis hijas, todas hemos venido aquí a CASA.

Con una partera es mejor, si uno se siente mal, le dan unos chochitos para que se relaje y el bebé baje rápido. Atienden muy bien y son muy buenas parteras”, puntualizó Olga Pérez.

Fuente: Notimex

Parteras tradicionales en tiempos de emergencia sanitaria

Ante el programa de Reconversión Hospitalaria planteado por la Secretaría de Salud para atender la pandemia de COVID-19, las parteras tradicionales resurgen como opción para las mujeres embarazadas.

Nadine Goodman, cofundadora del Centro para los Adolescentes de San Miguel Allende, CASA, A.C., afirmó que la pandemia de coronavirus ha obligado a replantear el sistema de salud en el país, y para salir adelante en la salud materna perinatal, las parteras profesionales son necesarias.

“Con la crisis que vemos ahorita, como resultado de momentos así nos da una oportunidad de analizar críticamente cómo está el sistema nacional de salud, cómo tratamos a las mujeres en los partos y qué necesitamos en cuestión de salud”, dijo.

Datos gubernamentales apuntan que hay alrededor de 16 mil parteras tradicionales en México.

 

“Este país no tiene parteras profesionales”

Romper esquemas y dar a las parteras tradicionales formación profesional en las universidades de México y que se incorpore la partería como una carrera con nivel licenciatura, es lo que busca Goodman.

Consideró que la creación de esta carrera, sería darle un reconocimiento a la medicina tradicional, ya que se aliviaría el alto gasto en atención a mujeres embarazadas y parturientas que registra el Sector Salud en el país. En México ocurren seis mil 500 partos al día.

De acuerdo con la cofundadora de CASA, asociación que inició labores en 1981, está documentado que a nivel nacional aproximadamente el 80 por ciento de los embarazos son de bajo riesgo, por lo que son candidatos a atenderse en una casa de partos sin tener que recurrir a un hospital.

La posada de nacimientos CASA, fundada en 1994, está ubicada en una zona popular de San Miguel de Allende; tiene una característica fundamental, se enseña a las nuevas parteras en la práctica del parto natural y la atención a las mujeres embarazadas al momento de parir es en una habitación normal, o si lo desean, pueden hacerlo en una tina equipada especialmente para ello.

Para poder atender la demanda, Goodman y sus colaboradores se dieron a la tarea de impulsar la partería profesional.

“Ha sido una lucha tremenda, porque en general va en contra de lo que es la idea de la supuesta calidad de atención obstétrica. Hemos estado con 17 generaciones graduadas, son muy pocas egresadas, son mujeres muy valientes, la mayoría han sido mujeres indígenas de todo el país, mínimamente con secundaria, la mayoría han terminado su prepa”, dijo.

Originalmente se trató de un proyecto piloto donde se optó por darle la validez a los estudios y que las parteras obtuvieron una cédula profesional. Es un programa acoplado a la Secretaría de Educación de Guanajuato y también inscrito en la Dirección de Profesiones de la Secretaría de Educación Pública.

Las parteras tradicionales han sido incorporadas dentro del sistema de Salud solo como promotoras de planificación familiar.

En México, en los años 80, el gobierno tenía registradas 70 mil  parteras tradicionales; ahora suman aproximadamente 15 mil.

Al observar la pérdida del conocimiento ancestral en medicina tradicional, la asociación civil CASA se dio a la tarea de crear un lugar enfocado a orientar sobre la salud sexual a los jóvenes. Con el paso de los años, la labor de esta organización creció hasta convertirse en un hospital donde se atendía a parturientas tanto en la medicina alópata como tradicional.

Posteriormente, Goodman decidió enfocar su esfuerzo sólo a atender mujeres que quisieran dar a luz en sus casas o en una posada de partos.

 

El interés de las Secretarías de Educación y Salud

La directora de CASA destacó el interés de la actual administración federal para que pueda concretarse la incorporación de las escuelas de partería al sistema educativo nacional.

Indicó que el personal de CASA se reunió con Esteban Moctezuma, secretario de Educación y con el doctor Jorge Alcocer, secretario de Salud, quien visitó sus instalaciones el 4 de marzo en San Miguel de Allende. Están visualizando trabajar en un proyecto más ambicioso que eleve la educación de las parteras al grado de universidad.

También existe interés por parte de las Universidades Tecnológicas y Politécnicas para formalizar todo el proceso. Goodman considera que cualquier persona puede postularse para ser partera profesional .

“Tenemos mucho tiempo trabajando con los gobiernos de todos los niveles. Desde el 2011, empezamos a regalar nuestros planes de estudios a otros estados; hemos ayudado a Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Morelos, varios gobernadores y ex gobernadores nos han pedido ayuda, pero realmente, en nuestra opinión nos ha faltado liderazgo de nivel federal y ahorita estamos contentos que haya este interés del Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva tomando cartas en el tema”, resaltó.

“Recuperar práctica del parto natural mejorará servicio de salud”

– En el sistema de salud público y privado en México se registra un número alto de práctica de cesáreas.

Un reporte de la Organización Mundial de la Salud del 2018 señala que en el país, el 45.5 por ciento de los partos son por cesárea; el triple del máximo recomendado por el organismo.

A nivel nacional, en hospitales privados se registra hasta un 80 por ciento de nacimientos por cesárea y en clínicas y hospitales de la Secretaría de Salud e Issste es entre el 34 y 40 por ciento.

Optar por partos naturales disminuye el costo del servicio médico y hospitalario, además que proporciona a la mujer una recuperación más rápida y beneficios para ella y su bebé, afirmó Nadie Goodman, cofundadora del Centro de Atención para Adolescentes de San Miguel de Allende, CASA, A,C.

Goodman señaló que atender los nacimientos con parteras es una alternativa para mejorar el sistema de salud en México.

“Los datos ahí están y por eso se ha tomado la decisión como ONG (Organización No Gubernamental) pequeña en conjunto con otras organizaciones y personas del gobierno, como de los congresos legislativos en los estados, para empezar a cambiar el sistema de salud”, sugirió durante la entrevista con Notimex.

En las casas de parto se atiende a aquellas mujeres sin riesgo grave de tener complicaciones durante la expulsión del bebé. Goodman afirmó que en el país el 85 por ciento de las parturientas están en esta condición, lo que justifica crear las condiciones educativas y de salud para formar a más parteras profesionales.

“La gran mayoría de nosotros no necesitamos una infraestructura tan cara como es un hospital de segundo y tercer nivel para dar a luz. Realmente es porque estamos acostumbrados, pero realmente no es necesariamente lo mejor. Aparte ¿dónde se queda el derecho de la mujer a decidir?”, recalcó la también Consejera General de CASA.

 

“¿Dónde queda el derecho de la mujer a decidir?”

Afirmó que en los sistemas de salud en el mundo las mujeres tienen derecho de decidir quien las acompaña en el parto, sin embargo, en los hospitales públicos de México esta práctica no existe.

“En todos los protocolos están diciendo que es derecho de la mujer tener un acompañamiento en su parto, que ella pueda tener al papá del niño, su mejor amiga, su mejor amigo, su mamá; alguien puede estar con ella en el trabajo de parto y cuando se dé el alumbramiento y en México ni tenemos este derecho”, puntualizó.

Consideró que la falta de esta práctica es discriminatoria, ya que “la gente con dinero puede pagar un parto acompañado en un lugar privado, pero en los hospitales públicos no, y esto la verdad es una violación de los derechos de la mujer”.

 

“No es una competencia; hay ‘chamba’ para todos”

Solamente 120 parteras han sido formadas en las 17 generaciones egresadas de la escuela de partería de CASA, cada generación tiene como máximo 20 alumnas.

“La mayoría están ejerciendo, tenemos seguimiento a todas las alumnas. Todo esto está documentado, pero ya no es el momento de que una ONG tenga este proyectito, no son proyectos de vanidad, son sistemas de salud, son personajes indispensables para el equipo interdisciplinario”, precisó la cofundadora de CASA.

“En muchos países del mundo se reconoce la definición internacional de la partera que en forma entendible, simplemente la partera es la guardiana, la experta en parto de bajo riesgo.

“La ginecóloga es la experta en lo normal, lo de alto riesgo, o sea, no es una competencia, hay suficiente chamba para todos. Las parteras y las y los ginecólogos pueden trabajar muy a gusto juntos”, consideró.

En el nivel técnico, la partería es una carrera de tres años con un año de servicio social “porque muchas de las mujeres indígenas no han terminado su preparatoria y pueden entrar”; lo que se está promoviendo es llevarla a nivel de licenciatura en universidades públicas.

“O sea la partera no está en el plan ‘yo solita puedo’; la buena partera y los buenos profesionales saben que tenemos que trabajar en equipo y necesitamos trabajar así”, finalizó Goodman.

Fuente: Notimex