Duró más de cuatro horas el asalto al Capitolio por parte de los manifestantes pro-Trump. Una situación sin precedentes, en el marco de la certificación de la elección de Joe Biden. Ambas cámaras del congreso debieron interrumpir los trabajos, y fueron evacuados de la cámara por orden de los oficiales de seguridad. Además de la mujer asesinada por los disparos de un oficial en el Capitolio, otras tres personas murieron. Trece personas fueron heridas y 52 fueron arrestadas.
Trump promete transición ordenada
Mientras tanto, el alcalde de Washington ha extendido la emergencia pública por otras dos semanas, hasta el día después de la toma de posesión de Joe Biden. El Congreso de EE.UU., que retomó la sesión conjunta de ambas cámaras del Congreso, ratificó la victoria del presidente electo, el demócrata Joe Biden, en las elecciones de noviembre. El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que presidía la sesión, declaró que esa ratificación debía considerarse “suficiente” para aceptar la elección de Biden y puso fin a la sesión que comenzó a primera hora de la tarde del miércoles y quedó interrumpida por el violento asalto al Capitolio de los seguidores del presidente Donald Trump. Después de que el Congreso ratificara la victoria electoral del mandatario electo Joe Biden, el presidente saliente estadounidense, Donald Trump, aceptó este jueves que su Presidencia será de un solo mandato y prometió, en un tweet publicado por su asesor Dan Scavino, una “transición ordenada”, el 20 de enero.
Mientras tanto, las dimisiones están llegando: de la portavoz de Melania Trump al portavoz adjunto de la Casa Blanca. Mientras que las críticas a los eventos de ayer provienen de todos los líderes europeos: desde Macron a Von der Leyen y Johnson. “El asalto al Capitolio es una página negra que quedará grabada”, dijo el presidente del Parlamento de la UE Davide Sassoli.
Durante los disturbios y la irrupción en el Congreso el presidente electo Joe Biden intervino en transmisión televisiva pidiendo al presidente saliente Donald Trump “salir en televisión nacional ahora y cumplir con su juramento, defender la Constitución y exigir el fin de este asedio”. Minutos después, el presidente Trump, intervino con video en las redes sociales pidiendo a los manifestantes “regresar pacíficamente a casa”. Sostuvo una vez más en el video difundido, el fraude electoral.
“Transición pacífica” piden los obispos de EE.UU.
El arzobispo José H. Gomez de Los Ángeles, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), emitió una declaración en respuesta a la violencia en el Capitolio de Estados Unidos:
“Me uno a las personas de buena voluntad para condenar la violencia de hoy en el Capitolio de Estados Unidos. Esto no es lo que somos los estadounidenses. Oro por los miembros del Congreso, el personal del Capitolio, por la policía y todos los que trabajan para restaurar el orden y la seguridad pública”.
“La transición pacífica del poder es uno de los sellos que caracterizan a esta gran nación. En este momento preocupante, debemos volver a comprometernos con los valores y principios de nuestra democracia y unirnos como una nación bajo Dios. Encomiendo a todos al corazón de la Santísima Virgen María, que ella nos guíe por los caminos de la paz y nos brinde la sabiduría y la gracia de un verdadero patriotismo y amor a la patria”.
El arzobispo de Washington Wilton Gregory, también se pronunció durante la tarde:
“Nuestro Capitolio de los Estados Unidos es tierra sagrada y un lugar donde la gente en los últimos siglos se ha manifestado correctamente, representando una amplia variedad de opiniones. Los americanos debemos honrar el lugar donde las leyes y políticas de nuestra nación se debaten y deciden. Deberíamos sentirnos violados cuando el legado de libertad consagrado en ese edificio es irrespetado y profanado”.
“Juntos, debemos pausar intencionalmente y rezar por la paz en este momento crítico. El tono divisorio que ha dominado recientemente nuestras conversaciones nacionales debe cambiar”, aseveró el prelado, a la vez que señaló que “aquellos que recurren a la retórica incendiaria deben aceptar alguna responsabilidad por incitar a la creciente violencia” en la nación.
“Estamos llamados – continuó – a ser un pueblo de valores democráticos que respeta las opiniones de los demás, incluso cuando no estamos de acuerdo con ellas. Como personas de fe que buscan traer a nuestro Señor a este mundo por la forma en que vivimos, debemos reconocer la dignidad humana de aquellos con los que no estamos de acuerdo y tratar de trabajar con ellos para asegurar el bien común para todos”.
El arzobispo de Chicago, el Cardenal Blase Cupich, intervino con una serie de tweets, en el último de ellos se lee: “Lo que se ha desarrollado hoy en el Capitolio debería sacudir la conciencia de cualquier americano patriótico y de cualquier católico fiel. Los ojos del mundo miran con horror mientras sufrimos esta desgracia nacional”. El purpurado recordó asimismo que “la protesta pacífica es un derecho sagrado” y “ha sido un componente esencial de mucho progreso social a lo largo de la historia de la humanidad”. Sin embargo, “durante muchos meses hemos sido testigos de la erosión deliberada de las normas de nuestro sistema de gobierno”.
CMI: “volver al diálogo civil”
El Consejo Mundial de Iglesias expresó su “seria y creciente preocupación” por los últimos acontecimientos en los Estados Unidos y las repercusiones internacionales del incidente. “La política populista divisiva de los últimos años ha desatado fuerzas que amenazan los fundamentos de la democracia en los Estados Unidos y -en la medida en que son un ejemplo para otros países- en el resto del mundo. Estos acontecimientos tienen implicaciones que van mucho más allá de la política doméstica americana”, dijo el secretario interino del CMI, el reverendo Ian Sauca, quien apeló a los agitadores a “volver al diálogo civil” y a todas las partes a “un comportamiento responsable”. “Rezamos para que todas las iglesias de América tengan la sabiduría y la fuerza para dar liderazgo al país en esta crisis y para ponerlo de nuevo en el camino de la paz, la reconciliación y la justicia”, concluyó.
Fuente: El Vaticano