El uso de nuevas tecnologías, aunado a la falta de una alimentación adecuada, provoca trastornos del sueño en niños y adolescentes, lo cual impacta en su crecimiento, reveló la endocrinóloga pediatra del Hospital Universitario de la UANL, Elisa Dávila Sotelo.
En entrevista con Notimex, la especialista del nosocomio de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), señaló que para el adecuado crecimiento de menores, es importante tener un sueño correcto y reparador, acorde a cada edad.
“Es bastante importante que tengan un sueño completo, correcto y adecuado, y tratar de evitar cualquier estimulante antes de dormir, ya sea alimentos, como chocolate, café, jugos, refrescos, que pueden interrumpir el sueño, que evita que el niño pueda dormir temprano”, manifestó.
Al mismo tiempo, los papás pueden promover en sus hijos actividades intelectuales o extracurriculares, como lectura y ejercicio para cansarlos y que puedan dormir en forma adecuada, señaló.
“A veces el reflejo principal de salud en un niño es el crecimiento, entonces es importante tener todos los factores óptimos, para que un niño pueda crecer, como es la alimentación adecuada, el ejercicio aeróbico y un sueño correcto”, señaló.
“La hormona de crecimiento se produce más en la noche, cuando estamos en sueño profundo, entonces es importante tener las horas correctas de sueño nocturno, si dormimos en el día, no nos ayuda para producirla”, explicó.
“Actualmente, con tecnologías y dispositivos electrónicos que estimulan a los niños, a veces batallan para dormir, de manera correcta o temprano, porque están constantemente estimulados, liberan más adrenalina, esos factores pueden repercutir en el crecimiento”, dijo.
“Ahora se está viendo, en pediatría, que los papás, cada vez consultan más, por trastornos relacionados al sueño, los niños no logran tener a veces un sueño reparador y profundo y es importante para que puedan vivir sanos y mantenerse bien”, señaló.
Del total de consultas pediátricas, alrededor de un 25 por ciento corresponden actualmente a trastornos del sueño, apuntó la endocrinóloga pediatra del Hospital Universitario en Monterrey.
La problemática se empieza a detectar a partir de los seis o siete años de edad, pero cuando pasan de los 12 y llegan a la pubertad, se elevan más los trastornos, refirió.
“Estos chiquitos, además de que no logran tener adecuado crecimiento, cuando tienen un sueño no reparador, pueden tener bajo rendimiento escolar, se sienten más cansados, pueden tener mal humor, problemas en la escuela, o con la familia o el entorno”, expuso.
Por ello, agregó, es importante tener un sueño correcto, “idealmente tiene que ser antes de las 22:00 horas que los niños deben dormir, obviamente depende de la edad, entre más pequeños sean los niños, más horas deben de dormir, un recién nacido duerme alrededor de 16 horas, pero tienen sueños fraccionados”.
“Generalmente a partir de los dos, cuatro años de vida, ya pueden dormir 10 o hasta 12 horas, y habitualmente ya tienen un sueño más corrido, no fraccionado y eso es importante para el crecimiento”, indicó Dávila Sotelo.
Otro factor incidente puede ser el ritmo laboral de los padres, que en ocasiones llegan tarde por los hijos e impacta, “pero lo que más se ha asociado con trastornos del sueño, son tanto los dispositivos electrónicos, como el uso de bebidas estimulantes o azucaradas”, enfatizó.
La especialista consideró ideal, en el caso de los menores con dispositivos electrónicos como tabletas, televisión o teléfonos móviles, dejarlos de utilizar unas dos o tres horas de dormir, además de fijar dinámicas de rutinas y horarios, respecto a comidas y de sueño.
Fuente: Notimex