El 15 de agosto de 2021, el portavoz talibán Zabihullah Mujahid declaró que el movimiento respetaría la libertad de prensa en Afganistán, a pesar del pánico que ha desatado el triunfo del movimiento tanto en la capital, Kabul, como en el resto del país. Es evidente que esta declaración adolece de muy poca credibilidad. El historial de los talibanes es terriblemente desastroso. Como señaló RSF en un informe, “el gobierno de los talibanes en Afganistán, entre 1996 y 2001, fue un periodo oscuro en la historia del país”. Todos los medios de comunicación estaban prohibidos, con la excepción de una emisora de radio (la radio de la sharia) que sólo emitía propaganda y programas religiosos.
No obstante, es crucial prestar atención a las palabras utilizadas por el portavoz talibán en esta declaración sin precedentes: “Respetaremos la libertad de prensa, porque la información será útil para la sociedad y, al mismo tiempo, puede corregir los errores de los dirigentes. Con esta declaración a RSF, afirmamos ante el mundo que reconocemos la importancia de los medios de comunicación”. ¿Qué significan estas precauciones? ¿Han cambiado los talibanes su política? Sólo el tiempo lo dirá.
RSF ha consultado a Mujahid sobre la posibilidad de que ratifique este compromiso por escrito: “Estamos en un periodo de transición y será mejor esperar unos días, pero estoy de acuerdo (con un compromiso por escrito). En cualquier caso, los periodistas que trabajan para los medios de comunicación públicos o privados no son delincuentes y ninguno de ellos será perseguido. Para nosotros, estos periodistas son civiles y, además, son jóvenes con talento que constituyen nuestra riqueza. No habrá ninguna amenaza contra ellos. Si, en algunos lugares, los periodistas se han quedado en casa, es por la situación de guerra. Pronto podrán trabajar como antes. Los necesitamos para “romper” el clima de miedo que reina actualmente en el país”.
¿Qué pasará con las mujeres periodistas? “La sociedad afgana es musulmana. Para establecer las normas y edictos religiosos, hemos tenido muchas muertes. Las mujeres periodistas también son musulmanas. Estableceremos un marco para las cuestiones relativas a la vestimenta -el uso del hijab- y para que las mujeres no sean molestadas en las calles o en sus lugares de trabajo. Pero hasta que se promulguen estas disposiciones escritas, les pido que se queden en casa, sin estrés ni miedo. Les aseguro que volverán a su trabajo”.
Estas palabras se enmarcan en un contexto que se presta al más intenso pesimismo. “De momento, los talibanes no están haciendo nada contra nosotros, pero ¿mañana? ¿Qué pasará cuando los extranjeros se vayan y se instale su gobierno?”, se pregunta un periodista en Kabul. El mañana ya es hoy. Desde que comenzó el rápido avance de los talibanes, un centenar de medios de comunicación han cesado su actividad. A excepción de los de la capital, cuyo personal sigue presente, los medios que siguen funcionando trabajan bajo las condiciones establecidas por los nuevos líderes del país. En Kandahar, una emisora de radio ya ha sido rebautizada como “Voz de la Sharia“, el nombre que recibió la emblemática emisora talibán entre 1996 y 2001.
12.000 periodistas, de los cuales 1.741 mujeres, en los medios
En Afganistán hay, al menos, 8 agencias de noticias, 52 canales de televisión, 165 emisoras de radio y 190 publicaciones (diarios, semanales, mensuales y de periodicidad variable). Según la última cifra de la Federación de Medios de Comunicación y Periodistas de Afganistán, hay 12.000 periodistas en el país. De ellos, el CPAWJ (Centro para la Protección de las Mujeres Periodistas Afganas, una iniciativa respaldada por RSF) confirma que 1.741 mujeres trabajan en los medios y 764 son periodistas profesionales de las tres provincias de Kabul, Herat y Balkh.
Fuente: Reporteros Sin Fronteras