La pandemia de COVID-19 nos ha enseñado que es necesario renovar el modelo educativo, innovar en la preparación de los docentes y estudiantes en modelos combinados –con clases presenciales, de aula invertida y a distancia-, así como que los espacios educativos deben ser más colaborativos, afirmó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers.
Al participar en la reunión virtual “Los grandes retos de las universidades durante y post-pandemia COVID-19 en América Latina”, señaló que la emergencia sanitaria también deja como lecciones que el aprendizaje y la enseñanza vía digital son parte de nosotros, que debemos mejorar esta educación, adaptarnos rápidamente, desprendernos de lo que hemos venido haciendo y aprender a vivir ante nuevas realidades.
En el encuentro, organizado por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), Graue remarcó la transformación vivida por la investigación, que se ha tornado más grupal y multidisciplinaria, con lo cual contribuye de manera más eficiente al desarrollo de las naciones y la atención de sus problemas.
La situación actual, agregó, ha propiciado que se haga llegar la cultura a la población mediante diversas plataformas y ha evidenciado que la salud, el bienestar y el medio ambiente son necesarios para el correcto desarrollo de las naciones y de las universidades.
“Sabemos que podemos y debemos hacer estos cambios, que nuestra juventud puede lograrlo, para enfrentar los retos que nos vienen por delante”, subrayó el rector de la UNAM.
Ante la presidenta de la UDUAL y rectora de la Universidad Nacional de Colombia, Dolly Montoya; así como de sus homólogos de las universidades de Buenos Aires, Argentina, Alberto Barbieri; de Sao Paulo, Brasil, Vahan Agopyan; de San Marcos, Perú, Orestes Cachay; y del secretario General de la UDUAL, Roberto Escalante, Enrique Graue informó que durante la emergencia sanitaria la Universidad Nacional aumentó el número de trámites en línea e incrementó el acceso a acervos y bibliotecas.
Además, ha creado biosensores, participado en la fabricación de mascarillas N-95 y colabora en dos proyectos internacionales para la elaboración de la vacuna contra el SARS-CoV-2, entre otras acciones.
En su oportunidad, Dolly Montoya destacó que la pandemia ha dejado de manifiesto que la sociedad necesita del conocimiento para resolver sus problemas; las universidades son fundamentales y requieren de su autonomía para cumplir con esta responsabilidad social.
La conectividad ha sido un problema común a las instituciones de educación superior de la región, y aunque es considerada un derecho humano, hace falta que sea garantizada por los Estados. “La transformación digital llegó para quedarse”, dijo, y resaltó el papel fundamental de los maestros para el proceso educativo.
Alberto Barbieri explicó que en la Universidad de Buenos Aires los estudiantes han hecho un reconocimiento a los esfuerzos institucionales porque les dan las clases en línea, pero también señalan que la educación presencial es indispensable y en algunas disciplinas, irremplazable.
Planteó la posibilidad de que la internacionalización de estudiantes, que ha quedado paralizada, puede darse también de manera virtual. Asimismo, se pronunció porque la investigación sobre el coronavirus no esté dominada por la competencia, sino por la solidaridad entre instituciones.
Vahan Agopyan indicó que en la Universidad de Sao Paulo la pandemia aceleró la mudanza hacia el trabajo virtual: los alumnos y profesores comenzaron a usar herramientas que no conocían, y aunque coinciden en que las actividades presenciales son imprescindibles, hoy también reconocen que hay plataformas que pueden mejorar su labor.
Orestes Cachay expuso que durante la emergencia sanitaria se ha hecho manifiesto el compromiso de las universidades con la sociedad. El trabajo remoto, la realización de trámites, la presentación de exámenes virtuales y servicios se ha potencializado y es necesario estar preparados para desafíos similares en el futuro.
El encuentro fue moderado por Roberto Escalante, quien concluyó que saldremos de la pandemia. Es importante discutir qué modelo de sociedad necesitamos para superar este momento, en el cual las universidades deberán jugar un papel central.
Fuente: UNAM