A pesar de la época de incertidumbre y volatilidad causada por la pandemia del COVID-19, hacemos una pausa para celebrar el hecho que las personas están apreciando a los medios de comunicación tradicionales y al periodismo como su fuente primaria y confiable de información.
La clave de esta confianza en los medios de comunicación por arriba de otras formas de comunicación donde abunda la desinformación, la mentira y los rumores, es debido al arduo trabajo que los medios y periodistas hacen a diario para convertir datos complejos en información fiable.
El contenido de calidad es un trabajo caro y riesgoso. Periodistas y editores trabajan y filtran datos con rigurosidad y precisión. Muchas veces deben asumir riesgos para sortear restricciones y limitaciones de todo tipo para acceder a información que los perpetradores, oficiales y privados, quieren ocultar. Observar, preguntar, investigar, denunciar, exponer, criticar y mostrar nuevos caminos y soluciones son los aportes de siempre del buen periodismo. Es por esta consistencia en el periodismo de calidad por lo que las sociedades consideran a los medios tradicionales como “servicios esenciales” durante esta pandemia global.
Lamentablemente, la pandemia ha debilitado aún más las bases financieras de muchos medios de comunicación. La caída abrupta de la publicidad y de la circulación debido a la recesión económica ha obligado a muchos medios a recortar personal y periodistas.
En muchos países, desde Estados Unidos a Jamaica o desde Ecuador a Bolivia, los medios están agobiados y son escasas las alternativas para apuntalar su sustentabilidad. En Bolivia, por citar un ejemplo, los diarios, en la última década, han sido víctimas de discriminación y castigados durante las crisis políticas que afectaron al país. En la actualidad, con el agravante que representan los efectos de la pandemia, su estado financiero se encuentra en una etapa crítica y necesitan soluciones urgentes que les permitan continuar operando.
En este sentido, celebramos todo tipo de iniciativas y fórmulas que los medios están adoptando para mantener sus servicios informativos cuando más se necesitan. También celebramos iniciativas privadas como las de Google y Facebook que están ofreciendo apoyo económico a los medios locales para continuar con su transformación digital.
Entre otras fórmulas de éxito, celebramos las alianzas que muchos medios y periodistas han hecho a nivel nacional e internacional para trabajar en conjunto, ya sea con investigaciones regionales o para campañas de educación sobre salud pública.
También valoramos la determinación de los medios y periodistas para operar en esta época en que se han agudizado las restricciones de acceso a las fuentes con motivo de los estados de excepción, como quedó expuesto en Aruba, Chile, El Salvador y Trinidad y Tobago, entre otros países.
En este día especial, no quiero soslayar el hecho de que todavía vivimos en una región donde el valor de los periodistas se pone a prueba todos los días. Rechazamos la violencia y la impunidad que rodea a los crímenes contra periodistas. Asimismo, tenemos la esperanza que los gobiernos de Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México y Paraguay reforzarán los sistemas de protección y seguridad para periodistas con recursos humanos, técnicos y económicos.
Desde la SIP queremos celebrar y felicitar a todos los medios y a su personal, por el relevante trabajo que hacen a diario para nutrir y fortalecer la libertad de prensa como eje fundamental de la vida democrática.
Fuente: SIP