Mientras aumentan los casos confirmados de COVID-19 en Colombia, se ha propagado en el país una epidemia de desinformación que incide negativamente en la respuesta nacional frente a la enfermedad.
En estos más de cuatro meses que han pasado desde la identificación del primer paciente, la población ha recibido mensajes contradictorios o directamente falsos que han circulado en medios de comunicación y redes sociales. Estas informaciones erróneas han generado temor a buscar atención médica y han puesto en riesgo al personal sanitario.
Médicos Sin Fronteras (MSF) somos testigos de esta situación en el municipio Tumaco y en el departamento Norte de Santander, donde hemos reorientado nuestras operaciones de atención primaria y salud mental para apoyar al sistema público de salud en la respuesta frente a la COVID-19.
En el desarrollo de nuestras actividades, hemos podido corroborar la circulación de afirmaciones falsas sobre la existencia de un presunto cártel COVID-19 que habría inventado la enfermedad y pagaría a los médicos millones de pesos por cada paciente fallecido.
Las acusaciones de conspiraciones y de supuesta corrupción han llegado a ser amplificadas sin pruebas desde el Ministerio de Salud, cuyo titular llegó a acusar a los hospitales de mantener a los pacientes en unidades de cuidados intensivos mucho más tiempo del necesario para inflar las facturas médicas.
Tales rumores sin fundamento han dado lugar a amenazas y ataques contra el personal de salud.
En muchos casos, la respuesta limitada de las instituciones de salud alimenta esta situación. “En Tumaco, por ejemplo, la demora en la entrega de los resultados de las pruebas y la falta de claridad sobre el manejo de casos sospechosos de COVID-19 genera confusión y desconfianza en la población”, explica Germán Casas, nuestro presidente en América Latina.
“En Tibú, funcionarios han renunciado tras recibir amenazas de familiares de pacientes que no han sido debidamente informados sobre los protocolos que se deben seguir en caso de confirmación de positivos, tratamiento y fallecimientos”, añade Casas.
Luchar contra una enfermedad poco conocida y altamente contagiosa en medio de un contexto tan distorsionado es un reto mayúsculo. Como organización con una amplia experiencia en epidemias en diversos países del mundo, MSF conocemos de primera mano el papel fundamental que juegan medidas como la distancia física, la higiene de manos, el uso de mascarillas y la correcta circulación de la información en la contención de este virus.
Por eso, al mismo tiempo que brindan apoyo directo en los hospitales, nuestros equipos están enfocando sus esfuerzos en la difusión de mensajes de promoción y prevención cuyo impacto en muchos casos se ve gravemente limitado por la desinformación.
Fuente: Médicos Sin Fronteras