En Cuba, los caricaturistas aún encuentran espacios para la crítica, aunque no pueden ridiculizar la figura de la Revolución o proclamar un cambio de sistema, afirmó el cartonista Arístides Hernández, mejor conocido como Ares.
En entrevista con Notimex, mencionó que en su país los medios de comunicación no tienen dueño como en otras partes del mundo, ante lo cual se tienen espacios para realizar este tipo de trabajo.
“La función del humorismo gráfico, en general, es la crítica. Todas las instituciones que forman el país, como el Partido Comunista, la Federación de Mujeres Cubanas o la Federación de Estudiantes Universitarios son las que dirigen las publicaciones y forman parte de la estructura, y no tienen ningún interés en publicar una caricatura que no sea de este tipo”, dijo.
Comentó que debido a las diferentes vertientes en las que se desenvuelve, le han permitido tocar algunos temas, y en otras las expresiones, pues “no es lo mismo la pintura que el cartel”.
“Trabajo un tipo de humor que no está amarrado a una situación específica, sino que trato de convertirlo en una imagen, en una traducción más universal, y eso no lo encasilla en ningún ámbito”, señaló.
Ares participó en el Segundo Encuentro Internacional de Humor Gráfico “La Línea de Fuego” 2019, que este sábado concluyó en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el evento, una de sus caricaturas fue seleccionada como finalista del primer Premio de Humor Gráfico de las Américas, cuyo ganador será acreedor a tres mil 500 dólares.
Dicho cartón muestra a la Estatua de la Libertad de espaldas, en la que se aprecia que una mano sostiene la antorcha y la otra la tiene hacia atrás con los dedos cruzados.
“Esto, como diciendo que la libertad tiene sus resquicios y puede parecer, por un lado, de que se está hablando de ella, y por los dedos cruzados, de que se está mintiendo a la hora de ponerla en práctica”, explicó.
Ares consideró que el humorismo gráfico tiene “mucha fuerza para transmitir ideas”; sin embargo, existen diferentes aspectos que están en contra de este oficio.
A este respecto, citó los recientes cierres de espacios para la caricatura en diferentes medios de comunicación alrededor del mundo, así como la censura y la autocensura.
“Hay muchos obstáculos qué sortear por delante, pero hay mucha gente haciendo excelente humor gráfico y muchos seguidores. Es una expresión que hace llegar los mensajes a través de las imágenes, y a pesar de todas las dificultades, me parece que la caricatura tiene todavía un futuro grande”, concluyó.
Fuente: Notimex