Gobierno de Nicaragua impide entrega de agua y alimentos a iglesia de San Miguel

La parroquia de San Miguel en la localidad nicaragüense de Masaya continúa rodeada por simpatizantes del régimen del presidente Daniel Ortega, mientras la OEA señaló que se trata de “un acto flagrante de vulneración de los derechos de las personas”.

Este domingo trabajadores del gobierno nicaragüense y de la alcaldía de Masaya, a unos 27 kilómetros de la capital Managua, impidieron que fieles de la cercana iglesia Magdalena de Monimbó y su párroco Pedro Méndez llevarán agua a la parroquia de San Miguel.

La acción fue llevada a cabo delante de la policía, que se mantuvo pasiva, divulgaron fieles de Monimbó citados por el portal informativo 100noticias del país centroamericano.

Los feligreses de Monimbó habían acudido al servicio religioso la mañana de este domingo, donde el sacerdote Méndez les dijo al final “no podemos irnos a la casa sabiendo que hay unas personas que están amenazadas, están con hambre y con sed”, poco después se dirigieron a repartir agua.

“Nosotros no venimos hacer política, vinieron y nos golpearon, no veníamos con armas sólo con la bandera azul y blanco y la bandera de la iglesia”, indicó el párroco al narrar lo sucedido la mañana de este domingo ante la feligresía de San Miguel.

En el edificio religioso 10 madres de detenidos por participar en las manifestaciones contra Ortega iniciaron el jueves 14 una huelga de hambre en demanda de la liberación de sus hijos, en la víspera otras 13 personas fueron detenidas al tratar de entregar agua y alimentos.

Este domingo, en un comunicado, la Organización de Estados Americanos (OEA) condenó que se impida la entrega de agua y alimentos para las personas que acompañan a las madres en huelga de hambre, incluido el sacerdote Edwin Román quien sufre diabetes.

“La Secretaría General de la OEA rechaza por improcedente, abusiva y arbitraria la detención de al menos 13 personas que se encontraban apoyando a los familiares de presos y reclama su inmediata liberación”, señaló también.

Lamentó que estas personas hayan sido detenidas a pesar de encontrarse bajo la protección de la Iglesia Católica, “una entidad reconocida por todos los actores políticos en Nicaragua”.

Reiteró la necesidad de restablecer “las libertades civiles y políticas, la paz, la justicia y la reinstitucionalización democrática en el país”.

La iglesia de San Miguel ha estado en medio de la agitación política que vive Nicaragua desde el año pasado. El 28 de agosto, en una misa por la libertad de presos políticos, también se registró la presencia de la policía nicaragüense.

Por su parte el sacerdote Román fue agredido en julio de 2018 en la basílica de Diriamba Carazo, al oeste de Managua, como represalia por albergar en San Miguel a manifestantes heridos y atenderlos, recordó el medio local, El Nuevo Diario, en una edición previa a su suspensión de actividades.

Fuente: Notimex