“La violencia contra las mujeres no es normal, es la base que sostiene un sistema desigual” reza una canción de Susana Molina, mejor conocida en el mundo del rap como “Obeja Negra”.
Ella ha incursionado en este género desde el 2009 y desde entonces el micrófono se ha convertido en su arma para denunciar la desigualdad, la violencia y para abrir espacios en este género en el que sólo los varones estaban presentes.
Debía ser obrera, optó por ser rapera
Susana Molina es originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua. Desde pequeña tuvo inclinación por las actividades artísticas y aunque sus padres lo aplaudían, ellos en realidad esperaban que ella fuera a trabajar a la maquila, de donde habían logrado mantener a su familia y tener una vida digna.
Pero para ella, la maquila nunca fue una opción. “Yo quería ser artista, aunque nunca estudié para eso, nunca fui a una escuela de música o de arte”.
De pequeña estuvo en el coro de la iglesia, en la rondalla. Pero ya más grande, tuvo la oportunidad de conocer a chicos y chicas en su barrio en Ciudad en Juárez. Ahí conoció el rap y un día un chico le dijo ¿Y tú por qué no rapeas?
El mundo del rap
Fue así como Susana entró al mundo del rap, en el que pronto se dio cuenta de que era un mundo de hombres, donde se hablaba de temas de hombres y con voces de hombres. Cuando ella comenzó a cantar, le daban solo 30 segundos de la canción.
“El rap forma parte de una cultura que surge en contextos donde no hay nada, ni derechos, ni servicios, ni esperanza. Entonces el rap nos da la oportunidad de nombrarnos cuando hay toda una sociedad que trata de borrarnos, el rap te da la oportunidad de poner tu palabra porque también como mujeres muchas veces nuestras palabras valían menos o no le importaban a nadie”, dice Molina.
Llegó el batallón
Con el paso de tiempo, Susana fue siendo más consiente de la discriminación que vivía y un día decidió invitar a otras chicas raperas a hacer una canción.
“En 2009 nos encontramos cuatro raperas: Siniestra, Dilema, Lady y yo y entonces se nos ocurrió una loca idea de hacer una canción entre puras chicas y así ya no tenemos sólo 30 segundos o 16 barras y ya podemos contar lo que queremos y esa fue una idea que nos resultaba muy maravillosa”, cuenta Molina.
Así surgió el grupo Batallones Femeninos que hasta la fecha sigue haciendo música e impulsando a nuevas generaciones.
Arma contra la violencia
El rap para Obeja Negra fue una ventana que le permitió enfrentar el contexto que vivió en Ciudad Juárez marcado por la militarización y los feminicidios.
“(Cuando oía esta palabra de las muertas de Juárez, personalmente yo decía: ¿y las vivas? ¿Van a hablar de nosotras, de lo que estamos haciendo? Y me pregunté ¿y qué estamos haciendo? Y esa pregunta fue un detonante para mí y para otras compañeras que dijimos que no esperaríamos a estar muertas para que hablaran de nosotras”, recuerda la cantante.
Así usó el rap como su herramienta de transformación social.
“Queremos una vida mejor para nosotras las mujeres y el rap ha sido una herramienta poderosa para hablar de lo que nos pasa. Me quedó claro que cuando las cosas no se hablan cuando las cosas no las pones ahí no existen. Y eso era importante en Juárez, decir que las muertas, para empezar, no son muertas, las asesinaron. Las desaparecidas no se fueron con el novio, las desaparecieron”.
Es así como Obeja Negra encontró su camino. Es así como ha involucrado y ha alentado a otras mujeres a adentrarse en el mundo de rap para que sus voces se escuchen. Y en esta lucha, ella no pierde la esperanza de un mundo mejor.
“En la actualidad el movimiento feminista ya está teniendo acciones más fuertes que socialmente son desaprobadas, pero yo que vengo de hace años he de decir que hemos caminado en silencio, hemos marchado con velas, lo hemos hecho de todas las formas y hoy no quieren ver el mundo arder, no nos escuchan, pero vamos a seguir adelante y no nos vamos a callar”, declara con determinación.
Este reportaje de Noticias ONU se enmarca dentro los los 16 Días de Activismo Contra la Violencia de Género que se celebran desde el 25 de diciembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres y las Niñas, hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
Fuente: ONU