Tener sobrepeso u obesidad en etapas tempranas de la vida, como en la infancia y adolescencia, predispone de tres a seis veces más el riesgo a la aparición de demencias y enfermedades como el Alzheimer en el adulto mayor, según revela un estudio.
La investigación a cargo de la endocrinóloga del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), Emma Adriana Chávez Manzanera, advierte que el deterioro cognitivo provocado por el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, está relacionado con la presencia de síndrome metabólico, diabetes y obesidad.
De acuerdo a la agencia informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la experta evalúa las capacidades cognitivas en la población menor a 55 años de edad con obesidad, y plantea la evaluación neurocognitiva antes y después de iniciar un tratamiento integral de pérdida de peso.
“El diagnóstico oportuno en etapas tempranas son la clave para evitar el incremento en la incidencia en el diagnóstico en dichas enfermedades neurodegenerativas”, señaló la experta adscrita a la Clínica de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria, del Departamento de Endocrinología y Metabolismo de dicho instituto.
Este estudio es el primero en su tipo y busca confirmar que tener sobrepeso u obesidad en etapas tempranas de la vida, predispone el riesgo a la aparición de demencias y enfermedades de Alzheimer en el adulto mayor.
“La literatura menciona que la obesidad a mediana edad está asociada con daños neurológicos relacionados con Alzheimer, y da conocimiento sobre la importancia de mantener un peso saludable desde etapas tempranas, contribuyendo a un efecto protector”, apuntó la endocrinóloga.
En estudios de experimentación, la leptina e insulina (hormonas liberadas por el tejido graso y el páncreas) tienen un efecto directo en el cerebro que mejora la sinaptogénesis, neurogénesis, así como el crecimiento y proliferación neuronal, pero ante la presencia del sobrepeso u obesidad, se produce un grado de resistencia a la leptina e insulina en el sistema nervioso central, lo que conlleva a una reducción del efecto neuroprotector, explicó.
Por lo que el objetivo de este estudio es observar la relación existente entre el peso corporal con el funcionamiento cognitivo, y registrar cómo responde el paciente a un programa multidisciplinario de pérdida de peso, que además de enfocarse en la alimentación, actividad física y tratamiento de comorbilidades médicas, también evalúa cambios conductuales y sicológicos.
Fuente: Notimex