La emergencia sanitaria está provocando nuevos nacionalismos en el mundo y existe falta de cooperación internacional entre países de Asia, Europa y América, coincidieron expertos internacionalistas en un encuentro virtual convocado por el Centro de Relaciones Internacionales (CRI) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Alejandro Chanona, del CRI, detalló que ante el impacto global de la COVID-19 muchos países han cerrado sus fronteras y han limitado el encuentro con los otros, sean migrantes o extranjeros. “La epidemia es global, pero las respuestas son locales y se inclinan a los nacionalismos”.
Susana Mangana, de la Universidad Católica de Uruguay, señaló que el nacionalismo aislacionista impera. “La epidemia tomó por sorpresa a Europa, con impacto en hospitales y entre el personal médico. Muchos creyeron que los gobiernos decían mentiras y en general no estuvimos preparados”.
En la videoconferencia, moderada por José Ignacio Martínez Cortés, profesor del CRI y coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LANCEN), Chanona cuestionó si en la era pos-COVID-19 el mundo entrará en una fase de “desglobalización” para dar paso a un incremento de los nacionalismos.
“La seguridad sanitaria y los nacionalismos son dos fenómenos globales que corren paralelos en nuestro tiempo. Los Estados están en el límite de no garantizar el derecho a la salud, y en algunos de ellos impera el autoritarismo”, explicó.
Susana Mangana destacó que quienes han salido mejor librados de esta crisis son los países con reglas más autoritarias y donde la disciplina funciona, como China y Corea. “En general en Asia son disciplinarios y de estructura colectivista, así que hicieron caso de las recomendaciones. En cambio en Europa y América Latina somos más rebeldes, indisciplinados e individualistas”.
En tanto, los países de África en general no pueden hacer frente a la pandemia, por lo que hay mucha incertidumbre.
Al respecto, Cesaire Chiatchoua, de la Universidad de Buea, Camerún, apuntó que en ese continente los principales países afectados son Egipto, Sudáfrica, Marruecos, Argelia y Camerún, además de que “las poblaciones blancas son las más infectadas, pero es preocupante que llegue al África negra porque no hay estructura sanitaria suficiente y las medidas como el distanciamiento social son difíciles en poblaciones con mucho comercio informal y donde la gente sale diario a las calles para subsistir”.
Carmen Alcalá, de la Universidad Autónoma de Baja California, expuso que en Tijuana apenas 30 por ciento de los habitantes alientan la medida de permanecer en casa. En esa región fronteriza hay muchos brotes de nacionalismo, que tendrán graves costos sociales.
Por último, Chanona comentó que es momento para replantearnos la relación con la naturaleza, pues está claro que “nos la estamos acabando, la hemos hostigado y se recupera sin nuestra actividad cotidiana”.
Fuente: UNAM