Con el “trumpismo” probablemente presenciemos el fin de una era de hegemonía de Estados Unidos, que implica la pérdida de influencia de un país históricamente dominante, consideró José Luis Valdés Ugalde, especialista del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.
Sin embargo, aclaró, no es definitivo que desaparezca si gana la presidencia Joe Biden, pues está muy arraigado en ciertos sectores de la población estadounidense, y eso se refleja en una polarización significativa que se expresa en las calles con la confrontación entre seguidores de Donald Trump e inconformes que demandan justicia ante los actos de racismo registrados recientemente.
Al participar en la conferencia virtual “¿Continuidad o cambio?: Rumbo a la elección presidencial en Estados Unidos”, Valdés Ugalde puntualizó que con el actual mandatario se percibe una regresión en la forma en que las instituciones democráticas solían funcionar.
Por ejemplo, el sistema electoral -encabezado por el Colegio Electoral y determinante para los comicios presidenciales- mostró sus fisuras e inconsistencias, “estamos hablando de una monarquía electoral más que de una democracia directa republicana”.
Esta institución se fundó con el propósito de evitar anomalías como las que Trump representa, pero ha sido la demostración prístina de la equivocación del siglo XXI. Entonces, ya se debate la necesidad de reformar el sistema electoral y, eventualmente, la desaparición del colegio, al considerar que no responde a las necesidades de una democracia.
El universitario indicó que el partido Republicano, al que pertenece Trump, está perdido en un laberinto, pues se quedó sin pluralidad al ejercer un liderazgo mesiánico y autocrático, sometido a la voluntad, discurso y narrativa de un sólo hombre; “eso es grave para el sistema político-electoral de Estados Unidos”.
Por otra parte, el partido Demócrata se fortalece a partir de la fusión de diversas fuerzas al interior de una plataforma política de centro progresista, encabezada por Joe Biden y Kamala Harris. “Esta fórmula está mostrando más capacidad de maniobra, heterogeneidad, multietnicidad en sus bases, lo que puede llevarlo a convertirse en el de las grandes minorías”, sostuvo.
En el encuentro en línea, organizado por el Observatorio de la Relación Binacional México-Estados Unidos, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, el especialista adelantó que si el presidente estadounidense no llegará a ser reelecto, nuestro país tendría que elaborar una estrategia de recomposición con los demócratas.
“El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) será un gran problema. Los demócratas no lo rechazarán, pero impondrán nuevas reglas; por ejemplo, el tema de la reforma laboral será más estricta, además de otros aspectos como el de seguridad fronteriza, tráfico de drogas y seguridad interna”.
En el encuentro también participaron Gricha Raether Palma, representante de Democrats Abroad en la Ciudad de México, y Allert Brown, director de la Casa de la Universidad de California en México.
Fuente: UNAM