El Big Data será la tercera ventana fundamental en el conocimiento de la humanidad, como lo han sido el telescopio y el microscopio, pues de ahí se deriva un importante conocimiento y el desarrollo de nuevas soluciones en distintas áreas, entre ellas la de salud, indicó el experto en inteligencia artificial, John Nosta.
Dijo que el cúmulo de datos y el cruce de los mismos, incidirá en la forma en que se hace medicina, ya que en algún momento, las máquinas harán mejores diagnósticos que los médicos, por lo que los profesionales de salud tendrán que actualizarse y adaptarse al nuevo conocimiento y al uso de tecnologías innovadoras para aprovechar sus beneficios.
Aunque esto no quiere decir que las máquinas van a sustituir a los doctores, pero si deberán renovarse en la forma de hacer su trabajo para poder ofrecer los mejores tratamientos a los pacientes y no quedarse en los síntomas nada más.
A los miembros de la comunidad médica les gusta quedarse aferrados a la vieja escuela y se quedan en los síntomas de la enfermedad y ahora tendrán que mirar más allá, advirtió el experto.
Esto también presionará a las farmacéuticas para desarrollar formas innovadoras de administrar los medicamentos tradicionales, ya que, por ejemplo, actualmente un dispositivo de monitoreo continuo ofrecer más información del comportamiento de la glucosa en un paciente con diabetes, pero la forma en que se administra insulina sigue siendo intermitente.
Manifestó que tendrán que desarrollarse dispositivos que permitan liberar esta hormona artificial en las cantidades y tiempos que lo requiere cada paciente para aprovechar el conocimiento.
Las tecnologías de voz ya no son una opción, son una imposición en los teléfonos móviles, en los automóviles, en la televisión y otros artículos cotidianos, pero también son de utilidad en la medicina.
La ondulación de la voz puede ayudar a predecir el Alzheimer y la temperatura del aliento puede anticipar neumonía.
John Nosta, reconoció que algunas empresas lucran con los datos personales, lo que deberá regularse aún más, y en el futuro quizá las personas puedan obtener ganancias por sus datos.
Consideró que la moneda actual son los datos, dónde viven, qué hacen, cuál es el estado de salud de las personas, eso es lo que cada vez cobra más importancia para el desarrollo de servicios y productos.
Mientras que el escritor y periodista, Andrés Oppenheimer, coincidió en que la comunidad médica tendrá que ser más proactiva en cuanto al uso de las bases de datos y la nueva tecnología en favor de la salud, porque los futurólogos auguran que en general 47 por ciento de la actual fuerza laboral en el mundo dejará de trabajar como actualmente lo hace.
Fuente: Notimex