A pesar del progreso, todavía hay una muerte por suicidio cada 40 segundos, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), al dar a conocer un nuevo informe mundial sobre ese tema.
“Cada una de estas muertes es una tragedia para familiares, amigos y colegas. El suicidio se puede evitar. Hacemos un llamado a todos los países para que integren, de manera sostenible, estrategias comprobadas de prevención del suicidio en sus programas nacionales de salud y educación”, añadió.
El más importante funcionario internacional en materia de salud informó, por un lado, que las tasas de suicidio son más altas en los países de altos ingresos económicos; y, por el otro, que el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los jóvenes entre los 15 y 29 años de edad.
En los cinco años transcurridos desde el primer Informe mundial sobre el suicidio, el balance que hace la OMS es positivo relativamente hablando porque el número de países con estrategias de prevención ha aumentado. Hasta el momento, solo se cuenta a 38 naciones dotadas con este tipo de dispositivos.
Pero todavía hay mucho que hacer y, por esa razón, tanto Tedros Adhanon Ghebreysus como otros responsables de la OMS se están preparando para lanzar el Día Mundial de Prevención del Suicidio, que han fijado para mañana martes, 10 de septiembre.
Según los datos proporcionados por esta agencia de Naciones Unidas, la tasa de suicidio global estandarizada por edad para 2016 fue de 10.5 por 100 mil habitantes, tomando en cuenta los últimos datos con que se disponen. Sin embargo, las tasas varían ampliamente de un país a otro, desde 5 muertes por suicidio por cada 100 mil habitantes hasta más de 30 por cada 100 mil.
El 79% de los suicidios en todo el mundo ocurren en países ricos y en los países de ingresos medios tienen la tasa más alta: 11.5% por cada 100 mil habitantes.
Cuantitativamente hablando, hay casi tres veces más hombres que mujeres que terminan con sus vidas en los países de altos ingresos, mientras que, en los países de bajos y medianos ingresos, las diferencias entre hombres y mujeres son menores.
La OMS precisó que el suicidio es la segunda causa principal de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años, después de los traumatismos causados por el tránsito. Entre los jóvenes de 15 a 19 años, el suicidio es la segunda causa de muerte de las niñas (después de las condiciones maternas) y la tercera causa de muerte de los niños (después de los accidentes de tráfico y la violencia interpersonal).
Métodos de prevención
Los métodos suicidas más comunes son ahorcamiento, auto envenenamiento por pesticidas y armas de fuego. Las intervenciones clave que han demostrado ser efectivas para reducir el suicidio incluyen limitar el acceso al suicidio; conciencia mediática del tratamiento mediático responsable del suicidio; la implementación de programas dirigidos a los jóvenes para que puedan adquirir las capacidades suficientes para enfrentar las dificultades de la vida; y la identificación rápida del posible acto suicida, así como su gestión temprana, acompañando también a las personas en riesgo.
Según las explicaciones de la OMS, la intervención que tiene el mayor potencial inmediato para reducir el número de suicidios es la limitación del acceso a pesticidas que se usan deliberadamente para hacer un envenenamiento. La alta toxicidad de muchos pesticidas significa que los intentos de suicidio a menudo conducen a la muerte, especialmente en situaciones donde no hay antídoto o instalaciones médicas cercanas.
Como se indica en el informe de la OMS intitulado “Prevención del suicidio: indicaciones para el registro de plaguicidas y los servicios reglamentarios”, actualmente hay un creciente cuerpo de datos internacionales que muestran que prohibir el uso de pesticidas altamente peligrosos puede reducir las tasas nacionales de suicidio.
El país mejor estudiado ha sido Sri Lanka, donde una serie de prohibiciones ha provocado una caída del 70 por ciento en el número de suicidios y un estimado de 93 mil vidas salvadas entre 1995 y 2015. La República de Corea es otro país monitoreado. Allí, un herbicida, llamado “el paraquat”, fue responsable de la mayoría de los suicidios en la década de los años 2000 y la prohibición de este producto en 2011-2012 fue seguida de una reducción a la mitad del número de muertes por suicidio debido a la ingestión de estos mismos materiales.
A pesar de los avances en el monitoreo de este flagelo, la OMS reconoce que aún le faltan más datos para poder dibujar las tendencias en los años futuros.
“El registro oportuno y el monitoreo regular de los suicidios a nivel nacional es la base de estrategias efectivas de prevención del suicidio a nivel internacional”, sostiene el informe de la OMS. Sin embargo, solo 80 de los 183 Estados Miembros de la OMS para los que se hicieron estimaciones en 2016 (un 43.7%), tenían datos de buena calidad. La mayoría de los países donde faltaban este tipo de estadísticas fueron los países de bajos y de medianos ingresos.
Fuente: Notimex