La gran movilización ciudadana ante la situación socioeconómica de Colombia es el resultado de los cambios que ha comenzado a provocar el proceso de paz en el país y el repudio a la política neoliberal del gobierno de Iván Duque, afirmó el senador colombiano Iván Cepeda Castro.
En diversos países de Latinoamérica hay una situación generalizada de protestas, provocadas por las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) de lo que se ha llamado el “paquetazo neoliberal”, puntualizó en entrevista con Notimex el legislador del partido de izquierda Polo Democrático Alternativo.
Toda esta circunstancia es común en el continente americano. Lo específico de Colombia ocurre por su ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), desde mayo de 2018, y por el clamor para la reivindicación de la implementación y defensa del acuerdo de paz.
Desde esa perspectiva, dijo Cepeda, en Colombia hay una situación de paro nacional, como no se había visto en la historia reciente del país. La nación experimenta una gran movilización social, popular, rica y variada en las fuerzas involucradas, con una importante presencia de los jóvenes y estudiantes en las calles.
Las protestas se masificaron el 21 de noviembre, con más de 132 mil personas en las calles, en repudio a las proyectadas reformas de Duque sobre pensiones e impuestos. A ello se sumaron demandas en educación, anticorrupción y de cumplimiento de los acuerdos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
La implementación en el pliego
Más allá del papel que jueguen el ahora partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) -fundado en 2017 por la exguerrilla de las mismas siglas-, y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) -una guerrilla que está en la ilegalidad-, y de la influencia que puedan tener, precisó el senador, lo más importante es el efecto que ha tenido el proceso de paz como tal.
Esta gran movilización ciudadana es el resultado de los cambios que ha comenzado a provocar en el país la pacificación, como proceso de democratización que ha estimulado la participación política de sectores ciudadanos que antes no lo habían hecho por el conflicto armado con las FARC, consideró.
Cepeda Castro ha sido diputado (2010-2014), senador (2014-2018) y senador reelecto para el periodo 2018-2022. Fue facilitador del proceso de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC-EP (2012-2016), así como de los diálogos entre el gobierno y el ELN (2014-2018).
Consultado sobre el riesgo de que más grupos vuelvan a tomar las armas, señaló que siempre existe el peligro de que resurjan más disidencias, como las que han creado Iván Márquez y Jesús Santrich, líderes negociadores del proceso de paz que el pasado 29 de agosto anunciaron su regreso a las armas “en respuesta a la traición del Estado a los acuerdos de paz”.
Por supuesto, Colombia está en un proceso de implementación temprana del acuerdo, firmado en 2016 en La Habana, Cuba, y hay que velar porque éste sea implementado eficaz, plenamente y de manera integral. Esa es una responsabilidad que en primer lugar compete al gobierno, agregó.
“Ahora bien, el proceso de paz se ha ido consolidando, según consideran los excombatientes que están y siguen involucrados en él”, refirió el también fundador del movimiento Defendamos la Paz.
Algunos de los temas se han implementado, hay una serie de efectos sociales y políticos, humanitarios, culturales que muestran la importancia del proceso de paz, así que ahora se requiere impulsar de manera decidida la implementación de los acuerdos para que esos éxitos tempranos puedan consolidarse.
La solución por caminos que no se acercan
El proceso de paz es uno de los grandes temas que tiene entre sus demandas el Comité Nacional del Paro. Conformado por sindicalistas, organizaciones sociales y estudiantes, es el ente que impulsa las manifestaciones de protesta. El pliego de demandas incluye 13 puntos, entre los que está la exigencia al gobierno de abstenerse de realizar reformas laborales.
En su respuesta ante las demandas sociales y económicas, el presidente Iván Duque inició la “Gran Conversación Nacional” el 24 de noviembre, que seguirá hasta el 15 de marzo. Con ella, el mandatario busca construir una agenda desde los territorios y con todos los sectores de la sociedad colombiana.
El gobierno pretende conformar una agenda que le permita construir políticas de largo plazo, implementar mejoras que aceleren los resultados de los programas de gobierno a nivel nacional y regional, y fomentar una visión compartida de país.
Sin embargo, el Comité Nacional del Paro acusó a Iván Duque de negarse a dialogar de manera democrática, incluyente y eficaz. Asimismo, adujo que la llamada a la gran conversación nacional devino en un monólogo nacional, porque el gobierno sólo conversa con organizaciones afines a él.
El 3 de diciembre se dio el primer contacto, sin resultados. El coordinador de la conversación nacional del gobierno, Diego Molano, mencionó que el Comité plantea medidas inaceptables y que es imposible que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) no esté presente en las manifestaciones.
El vicepresidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), Percy Oyola, de los líderes del Comité, expuso a su vez que para evitar enfrentamientos se debe evitar el despliegue de la Esmad durante las movilizaciones. Solicitó se le otorgue al comité un espacio televisivo para responder al presidente Duque, quien usa ese medio para exponer sus puntos de vista sobre el paro.
En los acercamientos no hay avances aún. Las autoridades insisten en que el diálogo se debe dar alrededor del plan de desarrollo y del programa de gobierno, y los paristas en que debe ser sobre el pliego de 13 puntos que presentaron.
Mientras tanto, la crisis continúa y los manifestantes, mayormente de forma pacífica, protestan con cacerolazos y música. Han muerto cuatro personas, una de ellas el joven Dilan Cruz, quien recibió un impacto de munición “Bean Bag” en la cabeza por un agente del Esmad. También se han reportado más de 700 heridos, entre civiles y policías.
El senador Cepeda Castro consideró que la solución a este conflicto implica un giro en la política del gobierno frente a los temas sustanciales, lo cual sólo se conseguirá mediante el diálogo y la negociación del pliego planteado con 13 grandes puntos, dirigidos a resolver los “graves problemas de la situación socioeconómica del país”.
Por supuesto, también deben atenderse aquellos temas que tienen que ver con la paz y la implementación del acuerdo con las FARC, así como con “un nuevo proceso con el ELN, que es la otra guerrilla que sigue actuando en Colombia”.
La salida para la crisis del país pasa además por los asuntos para combatir la corrupción, la demanda de una reforma política, el cambio climático y toda la política de extracción de minerales y de petróleo en Colombia. En fin, pasa por “los grandes temas de la situación nacional”, finalizó el senador.
Fuente: Notimex