Este domingo 7 de abril me uniré a la Meditación-Oración en la incansable búsqueda para que renazca una etapa de reconciliación, familiar, de liderazgos, de hermandad, de amistad y empezando con uno mismo. Buscaré en el espacio de la meditación, en silencio extender sin ego un nuevo abrazo solidario, desde una sonrisa, un buenos días y hasta un plato de nuestra comida diaria, pero sin logo. Me uniré a la Meditación-Oración porque yo también tengo un sueño, porque los 11 millones de indocumentados dejemos de ser un número y pasemos a tener un rostro con vida e historia propia.
Este domingo 7 de abril me uniré a quienes luchan en otras trincheras que igual corren riesgos a ser juzgados con los prejuicios, los mismos que han evitado que nuestra comunidad repele a los defensores de la ignorancia. Buscaré en ese espacio de la meditación una nueva forma para ser parte en la reconstrucción de tantos sueños rotos.
Acompáñame este domingo 7 de abril en una Oración, para que los hechos de buena salud comunitaria sean como los versos, buscaré en ese espacio de mi oración en silencio para que los radicales dejen espacio a la maniobra, que continúen las acciones pero con la confianza lubricada.
Buscaré en ese espacio de la Meditación-Oración que la naturaleza hechice con conocimiento que libera y mejora porque la ignorancia embrutece al sordo. Asimismo, buscaré compartir y forrarnos de toda la energía positiva que irradien los presentes hasta des-caricaturizar el positivismo y la esperanza.
Acompáñame, porque quiero ser un eslabón para demostrar que orando unidos en silencio, no es traicionar ninguna religión ni es renegar a tu iglesia es enterrar unidos el mensaje de Caín “El otro no me importa” y reforzar el mensaje de Rosa Parks que corrió el riesgo y siguió porque estaba cansada de ceder y demostró con hechos que “El otro si debe importar”
Acompáñame, no temas a la concordia, dejemos que la Meditación-Oración sea la curadora hasta de las nostalgias.
¿Quieres unirte? Infórmate: www.Vaportodos.org